La conservación de los alimentos depende mucho de cómo los tratemos en el procesamiento del mismo porque, en principio, casi todos los alimentos se pueden congelar si se hace de la forma adecuada, pero ¿cuánto tiempo es el idóneo para poder consumirlo como fecha de caducidad?
Existen alimentos que no se deben congelar como podrían ser: las verduras para ensalada como tomates, lechugas, pepino, entre otras; los huevos duros con cáscara, los arroces ya cocinados, así como la pasta y los alimentos ya fritos o guisos con patatas. El resto de alimentos, si se hace de forma adecuada, puede conservarse mediante la congelación.
Alimentos que se pueden congelar
- Carnes y mariscos. Las carnes y mariscos son aptas para su conservación mediante la congelación. A veces, cuando compramos una gran cantidad de carne, como pudiera ser pollo, no la consumimos en el mismo día por lo que debemos optar por la congelación para no desperdiciar nada y poder utilizarla más adelante. Lo mismo sucede con el marisco. El tiempo estimado para el consumo, más allá quizás podrían derivar en problemas de salud como intoxicación, es máximo de dos meses.
- Pescados. Al igual que sucede con las carnes, los pescados frescos se pueden congelar. Puedes optar por mejorar su conservación mediante el frío del congelador para poder consumirlo más adelante. Su tiempo para el consumo disminuye respecto a la carne y se recomienda que se haga en mes y medio como máximo.
- Verduras. Todas aquellas verduras que compremos que no sean específicas de ensaladas, pueden conservarse en el congelador. Los vegetales como las cebollas, ajos, etc, se recomienda congelarlos ya picados o cortados en rodajas, ya que sino se perderían sus cualidades.
- Fruta. Frutas como el plátano, las manzanas, peras… Se pueden congelar también, lo ideal es hacerlo también en bolsas de plástico.
- Comidas ya preparadas. Guisos (sin patata), pucheros, carnes elaboradas… Las comidas ya preparadas o guisadas en casa también se pueden congelar y tienen un plazo de consumo de uno o dos meses.