¿Tienes un bar, cafetería o un restaurante? ¿Quieres conocer cuáles son las plagas más comunes y estar preparado para que no se acerquen a tu establecimiento? Entonces sigue leyendo porque te interesa lo que te vamos a contar.
Debido a sus características el sector de la hostelería y la industria alimentaria son muy proclives a la aparición de plagas. Por ello, en este tipo de establecimientos la higiene y el control de plagas debe ser un tema prioritario.
Además del perjuicio económico, las plagas conllevan un elevado riesgo de infección para los clientes debido a la posible contaminación de los alimentos y bebidas con agentes patógenos. Y por su puesto, dañar notablemente la imagen de nuestro negocio.
- Las temidas cucarachas. Sin duda alguna la plaga de cucarachas es la mayor amenaza para los establecimientos de restauración. La cucaracha alemana y la cucaracha americana son las más frecuentes. Estos animalillos se contentan con tener agua, calor, comida y recovecos; vamos, todos los ingredientes que pueden encontrar fácilmente en bares y restaurantes. Además se reproducen con mucha rapidez y son muy escurridizos así que si no se controlan a tiempo se pueden convertir en un verdadero quebradero de cabeza.
- Ratas y ratones. Los roedores son un riesgo considerable para bares y restaurantes ya que son portadores de numerosos patógenos que pueden provocar graves enfermedades en humanos. Al igual que las cucarachas, también se sienten atraídos por el calor y la abundante comida. Pueden aparecer en distintas zonas del establecimiento como la cocina, en la zonas de almacenamiento o de desperdicios. Las plagas de roedores debe ser tratada con máxima urgencia ya que además de los riesgos para la salud pueden producir importantes daños materiales.
- Otros insectos: moscas domésticas o de la fruta, avispas, escarabajos, insectos en productos almacenados como las polillas de la harina también se pueden llegar a convertir en un serio problema para un establecimiento. Especialmente las moscas, que además de ser muy molestas, son transmisoras de una gran cantidad de enfermedades y suponen un riesgo para la higiene y salud alimentaria.
Lo mejor para mantener a raya la visita de estos invitados no deseados en los establecimientos de hostelería es sin duda la prevención. Contratar los servicios profesionales y realizar revisiones periódicas de las instalaciones de forma permanente es fundamental para evitar las plagas más comunes en bares y restaurantes.