Las palomas son una de las pocas especies de aves que se han adaptado con total normalidad al medio urbano en el que encuentran comida con facilidad y tienen una nula presencia de depredadores con lo que su desarrollo y hábitat se amplía a todos los ámbitos urbanos.
Son muchas las personas que ven en las palomas un símbolo de prosperidad y paz, pero realmente en los ámbitos urbanos están generando un grave problema de salud pública, ya que sus heces pueden transmitir enfermedades como salmonelosis, histoplasmosis o criptococosis entre otras, además de transmitir parásitos como pulgas, ácaros, garrapatas o chinches.
En las ciudades o localidades con un gran número de palomas se debe tener especial cuidado con la limpieza de sus excrementos para evitar problemas de salud, así como de higiene pública y conservación de inmuebles, monumentos, etc. Por ejemplo, un excremento de paloma es tan corrosivo en la chapa del vehículo que puede ‘comerse’ el color en pocas semanas si no se limpia adecuadamente.
Los excrementos de las palomas suelen provocar problemas en la conservación de edificios como la corrosión, ensuciamiento y degradación de muchas zonas; atascos en los bajantes de agua; destrozos en jardines; descolocación de tejas; malos olores; obstrucciones de salidas de ventilación; además de ruidos molestos a horas intempestivas; con los consiguientes problemas de salud asociados.
Así, entre los problemas para la salud que pueden provocar los excrementos de las palomas destacan la transmisión de enfermedades como la ornitosis, histoplasmosis, salmonelosis o la criptococosis. Pero la presencia constante de palomas también pueden transmitir parásitos como garrapatas o chinches, además de ácaros y pulgas.
Es conveniente limpiar las zonas con presencia de heces con abundante agua, antes de usar escoba o escobilla, evitando así la exposición al polvillo que se desprende. Las vías respiratorias se deben proteger con el uso de mascarillas con filtros de carbono. Igualmente, se debe emplear guantes desechables y ropa adecuada. Al finalizar la limpieza, es importante lavar las manos y la piel expuesta.
Si necesita un control de plagas más exhaustivo, no dude en contratar a profesionales que le garantizarán la vigilancia de su salud y la conservación y cuidado de las zonas urbanas.