Puede que tengas fobia a las ratas y ratones pero no sepas que técnicamente se llama musofobia. Hay personas que se sienten descompuestas y absolutamente histéricas ante los roedores, como el cine se ha encargado sobradamente de mostrarnos con asustadizos sobre sillas huyendo de peludos animales con largo rabo. En este género de los roedores hay desde la mas sucia especia de rata de alcantarilla hasta adorables hamsters de compañía que son una ricura. Pero el miedo no viene del aspecto ni del peligro real que puedan suponer, el miedo a los roedores viene de su presencia en sí, mas allá de lo repulsivos que puedan parecer.
Mucho mas que miedo
La musofobia es un trastorno fóbico que se presenta como algo mucho mas agudo que un simple rechazo, que lo podemos tener todos. Para el que lo padece se desencadena un episodio de miedo, pánico, actitud irracional, reacción desproporcionada y descontrolada, de una manera absolutamente desmedida con respecto al peligro en cuestión, si es que lo hubiera. Pero no solo es su visión la que desencadena el ataque. La sola intuición de su presencia puede ser fatal. Escuchar el recorrido de un ratón corriendo por el sótano, oír los sonidos chillones de una cría, ver una sombra junto a un arbusto… son situaciones pavorosas para un musofóbico, al que puede afectar incluso la presencia de roedores en el cine.
Terror traumático
A los síntomas que hemos mencionado pueden añadirse otros como malestar, mareos, hormigueo, sudoración, dificultad para respirar, sensación de irrealidad, diarreas… Los especialistas hablan de un terror cultural interiorizado desde la infancia que ha quedado anclado en la personalidad de esos pacientes. Pero lo mas extendido es haber atravesado una experiencia traumática en la que haya intervenido un roedor. Es recomendable tratarla con un experto ya que aunque en tu entorno no haya este tipo de animales, solo pensar que pudieran aparecer puede crearte ansiedad y provocarte otras fobias.