A todos nos ha pasado, sobre todo con las verduras, que a los pocos días de haberlas comprado hemos tenido que acabar tirándolas porque no las hemos podido utilizar y se han deteriorado rápidamente. Para intentar solventar esto, te ofrecemos seis trucos con los que, además de evitar pérdidas de dinero innecesarias, conseguiremos cocinar con ingredientes más frescos y, por lo tanto, más sanos.
Conservar cebollas
Trocéalas y congélalas dentro de botellas de plástico, que son un práctico dosificador. Antes de congelarlas, hay que quitar toda la humedad para que no se forme hielo y queden lo más separadas posible.
Mantener las patatas más tiempo
Las patatas se conservan durante mucho tiempo, pero no debemos consumirlas si tienen brotes o manchas verdes en la piel, ya que esto indica una concentración elevada de solanina; esta sustancia puede ser tóxica si se acumula excesivamente en nuestro organismo. Debemos conservar las patatas en un ambiente oscuro y a unos 10º de temperatura, evitando la humedad. Para impedir que broten, pon 1 ó 2 manzanas entre las patatas, porque retardan la maduración.
Conservar los frutos rojos
Enjuaga las fresas, frambuesas o arándanos en una mezcla de 10 partes de agua y una de vinagre blanco. Lávalas y a la nevera. Así se conservarán hasta el doble de lo habitual.
Plátanos frescos más tiempo
Este fruto tiene un proceso de maduración muy rápido. Si los ponemos en la nevera se ponen negros, y si los dejamos fuera se estropean antes. Este proceso comienza por la punta, dónde se unen con el casco, por lo que para que se mantengan más y mejor, no los separes y envuelve la punta con film transparente, de manera que entre la menor cantidad de aire posible.
Usar las botellas de plástico como cierres
Pasa la bolsa por dentro del pico que hemos recortado de la botella y dale la vuelta por encima, cerrando con la tapa. De esta manera evitamos los odiosos nudos y tendremos alimentos siempre bien conservados.
Cómo mantener la lechuga
Si os ha sobrado ensalada sin condimentar, podéis guardarla en la nevera dentro a un recipiente cubierto con film habiendo quitado la mayor cantidad de agua posible; pon dentro un poco de papel de cocina y éste absorberá la humedad excesiva y la lechuga se conservará más tiempo.
Al margen de estos trucos, como norma general, los alimentos se deben situar de una determinada manera dentro de la nevera, con el fin de conservarlos mejor.
Frutas y verduras en los cajones de la parte inferior. La carne y el pescado deben cubrirse y mantenerse en la parte más fría del frigorífico, que suele ser la bandeja situada encima de los cajones para verduras. Un poco más arriba, los productos lácteos, como el queso y la leche, junto con las carnes cocinadas. Y en la parte menos fría de la nevera, las dos bandejas superiores, repostería, huevos y otros productos.